martes, 12 de febrero de 2013

Milan, el hijo de Shakira y Piqué

Queridas, queridos, ya sabéis que entre las divas bien nacidas no hay pisotones en la cola del vestido, empujones disimulados por las escaleras ni codazos para figurar en el primer plano de la foto, antes bien, entre nosotras nos reconocemos, nos apreciamos y hacemos piña para aislarnos del mundanal ruido.

Tal es mi relación con la siempre joven Diana Aller, cuyo blog es para mí lugar de culto y peregrinación y debería serlo, oh fanes míos, para vosotros también. Y como ella es así de divina y generosa, ha tenido a bien invitarme a su fantástica mansión para degustar una merienda casera (preparada por su servicio, claro está) en el saloncito de invierno. A continuación, sin más dilación, reproduzco el fruto de nuestras reflexiones a tres cerebros (sí, las sinergias entre divas son así). Podéis leer la entrada original en el blog de Diana Aller.

 

MILAN, EL HIJO DE SHAKIRA Y PIQUÉ




Yo soy muy de invitar a mi hogar a quien aprecio. Con Lady Vaga me unen muchas cosas. Ambas nos hemos dedicado a la comunicación, las dos tenemos un blog y las dos somos madres. Sin embargo, es una experiencia traumática la que nos ha unido: ambas hemos sufrido en nuestras jóvenes carnes una herida muy difícil de cerrar. Una cesárea con la que nos abrieron el cuerpo para sacarnos a nuestros bebés.

Como este es mi hogar virtual, he decidido invitarla a tomar una infusión de hibisco y unas pastitas exóticas mientras charlamos. Hablamos de la vida, del ingrato trabajo (ella tiene mucho que contar de aquella mítica revista de Rodríguez Menéndez llamada Dígame), de Channel, de los anfibios, de Gran Hermano, del cerebro humano… y de Shakira. A las dos nos parece estupendo que haya elegido la forma de tener a su pequeño Milan (del nombrecito en cuestión también hablamos, claro), pero sospechamos que él, Milan, desconociendo la fama de sus papás, las presiones culturales para borrar cualquier signo de maternidad en la mujer y la situación de la atención al parto en España… hubiera elegido si le hubieran dejado, un nacimiento bien distinto. Y como nosotras no somos quién para decirle nada a Shaki ni a su niño, pensamos cómo llegar a esas mujeres que tienen en la cantante a un modelo a seguir (allá ellas, desde luego). Lady Vaga, reclinada sensualmente sobre unos almohadones de seda magenta me mira, bebe a sorbos su té, y me dedica su misiva de hoy, en este mi hogar:
Querida Diana Aller, tú que eres más chispeante que una bengala recién encendida me permitirás que, desde tu rinconcito de esparcimiento y el mío de despotrique, me dirija no a Shakira, ya que nada me une a ella (ni me desune tampoco), sino a quienes la admiran, emulan y escuchan, pues la llegada al mundo de Milan no podemos ya cambiarla ni tú ni yo, pero sí podemos advertir a sus fans de que hay otra forma de nacer.
Así pues, con tu beneplácito, me dirijo al (presuntamente) respetable.


Querida fan de Shakira:
No entraré a valorar tus gustos musicales, pues no es el tema que me ocupa, aunque espero de corazón que condenes el reciente bodrio que tu admirada perpetró con ese homínido autotitulado Pitbull, que Dios silencie sus morros y empañe su calva.
Te hablaré, en cambio, de la forma en que nació Milan, con la mano en el corazón, como el padre de Enrique Iglesias. Este nene vino al mundo por una cesárea programada electiva (en tanto no nos cuenten lo contrario).
Una cesárea, como sin duda sabrás, oh joven y entusiasta fan de Shakira, es una intervención quirúrgica por la cual se extrae el bebé del útero materno a través de la cavidad abdominal. Sabrás también, o te lo figurarás, que las mujeres disponemos de un conducto, llamado vagina, por el cual los bebés, igual que entran en forma de espermatozoide, pueden salir llegado el momento P (de “parto”, o de “putada” si estás en según qué hospital).
Aclarado este punto, obvio pero importante, te interpelo cual Platón, para que encuentres en ti la sabiduría que innatamente albergas: ¿qué crees que es mejor y más sano para el bebé? ¿Qué crees que es menos traumático y peligroso para la madre?
Dejar que el parto se desencadene espontáneamente tiene muchos beneficios para el bebé: nace cuando está listo para hacerlo, con todos sus organitos maduros para empezar a funcionar, sin ir más lejos. En su cuerpo y en el de la mamá se preparan sendos cócteles hormonales que, como lingotazos un sábado noche, les predisponen a vivir una experiencia única y a enamorarse como tontines en cuanto se vean. El principal perjudicado por un parto espontáneo es, ciertamente, el ginesaurio de la familia, que no puede organizar su agenda para escaparse unos días a esquiar.
Hay quien dice que ciertas famosas se someten a una cesárea programada en la semana 38 para no coger los últimos kilos del embarazo o para que sus caderas no se ensanchen. Hacer esto, querida fan de Shakira, como tú bien estás deduciendo solita, es una soberana memez, pues están privando a sus bebés de hasta cuatro semanas más de crecimiento en la tripita y, además, la lactancia es un chupamagras estupendo que contribuye a eliminar las chichas que la mamá ha acumulado para ese momento (y quizá incluso las que tuviese ya guardadas de antes del embarazo).
Por si aún dudas de lo poco conveniente que es programarse una cesárea así porque sí, te dejo el enlace a un texto de la fantástica Ibone Olza, en el que encontrarás unas cuantas respuestas y una reflexión.
Querida fan de Shakira, poco más puedo decirte. Como mujer que ha pasado por una cesárea, me permito aconsejarte que, si algún día decides tener descendencia, te informes cuanto sea posible, contrastes los datos, preguntes mucho a tu matrona y, sobre todo, tengas presente que el nacimiento de tu hijo jamás volverá a repetirse y tienes el derecho y la obligación de ayudarle a que sea una vivencia respetada y positiva. Y, por supuesto, tienes también todo el derecho de disfrutar de tu parto desde el primer minuto hasta el premio final.
Besos con meneo de cadera incluido,
Lady Vaga,
la diva que divaga.
Nadie podría contar de forma tan sencilla y contundente realidades tan veraces y tan traumáticas para las mujeres y para sus bebés.


Lo dice Diana Aller

4 comentarios:

  1. Por mí que haga con su hijo lo que quiera. Mientras que no decida en los míos, allá la Shaki con su Milan. Eso sí, me pasma llevar a un peque a un estadio de fútbol a reventar tan chico y sin enterarse de por qué hay ese ruido ni enterarse de nada. Pero bueno, el hijo es de ella.

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  2. Lady, sos una joyita.
    Qué bueno leerte.

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  3. Cuando estaba embarazada, mi marido me pregunto por que le tenia tanto miedo a la cesárea (hombres!) lo que le respondí fue: imaginate tu que estas durmiendo placidamente en la cama y llega un extraño a prender la luz, quitarte las mantas y levantarte a jalones, pues eso. Que no hay como despertar a tu ritmo y salir de la cama cuando ya te has estirado y quitado las lagañas, como minimo.

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  4. Lady, tienes razón, como siempre y en todos y cada uno de los post tuyos que he leído hasta el momento. Yo no soy fan de esta chica y mucho menos después de ver que le preocupa mas su propio cuerpo que el bienestar de su hijo pero como bien dices, allá ella. Ahora, que el pequeño Milan no tenga ninguna secuela por la dichosa cesárea. Solo espero eso. Por lo demás, me encantan todos tus post, sobre todo si hay ginesaurios por medio. Saludos y duro con ellos.

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