viernes, 13 de mayo de 2011

Lady Vaga y las tetas de su amiga

Estos días de reposo involuntario que tan bien se me da cumplir tengo tiempo no sólo de dedicarme al blog y a otros cibermenesteres, sino que he recuperado mi vida social en forma de conversaciones telefónicas y visitas. Como imaginaréis, queridas y queridos, no todas las presencias son igualmente bienvenidas en mi humilde casoplón, pero como una es, por encima de todo y pese a quien pese, una dama, me aguanto y les recibo con amabilísima sonrisa mientras me piso el juanete izquierdo con el tacón derecho (tranquilos, no padezco de hallux valgus, pero apretando justo donde saldría consigo el mismo efecto que otras mordiéndose la lengua, cosa que yo no debo hacer porque si no puedo vocalizar como es debido mi vida carecería de propósito).

Una de esas presencias no-tan-deseadas tuvo, sin embargo, la delicadeza de no invadir mi dulce hogar, limitándose por tanto al asedio telefónico (y ahorrándose quizá un bofetón). Tras varios intentos infructuosos por su parte (¡gracias, identificación de llamada! Serías el invento perfecto si te materializases en la forma de un mayordomo chulazo que me adecentase la casa y me preparase ricas comiditas, ¡ay!), me aburro de pasar de ella y descuelgo.

Como las damas no dan los nombres de aquellos con quienes han tenido un escarceo y yo soy una dama (segunda vez que lo digo en esta entrada, por si no os había quedado suficientemente claro) en pijama o vestida de Prada, tampoco os diré el nombre de esta individua, para salvaguardar su estupidez intimidad, aunque os aclaro desde ya que no ha habido escarceo entre ella y yo y sí más de una escaramuza dialéctica como la que a continuación tendréis ocasión de disfrutar.

Reproduzco la conversación tal cual mi memoria me permite (antaño fue eidética, hogaño es más bien poética), así que disculpad posibles inexactitudes, errores de raccord u otros detalles nimios. Y si no queréis disculparlos, cerrad esta ventana, que el blog es mío y aquí la diva soy yo. ¡Dónde vamos a parar!

Para regocijo vuestro y escarnio de la coprotagonista de la historia, la llamaremos... Mmmh... Pitusa. Pitusa es un nombre que me suena a pija tonta con profundidad intelectual equivalente a un vaso de chupito, aproximadamente. Lo siento, Pitusas del mundo.

Pitusa: ¡Lady! ¿Cómo estás? ¿Sigues de reposo?
Lady Vaga: Pues sí, hasta nueva orden, aunque me van dando permiso para mover algo más que las pestañas, querida.
P: Pues yo te tengo que contar... ¡Me he operado!
L: ¿Mmmh?
P: Hija, del pecho, que no te enteras... Si te lo llevo anunciando más de un año.
L: Ay, es verdad, es que me he dedicado egoístamente a preocuparme de mi útero y reconozco que no he pensado para nada en tus lolas...
P: Pues de lolas, nada, bonita, que ahora son domingas. ¡Cuando te las enseñe, te vas a caer de culo!
L: ¿Te han quedado bien? Porque me alegro un montón, nena- en este punto comienzo a aburrirme de la conversación, pero disfrazo mi bostezo de suspiro, que queda más chic.
P: Divinas, Lady, divinas... Ni cuando teníamos veinte años las teníamos tan alpinas- habla por ti, pienso yo, que las mías desafiaban a la gravedad y te saltaban un ojo si te acercabas demasiado-. Además, que ya me preocupé yo de buscar al mejor cirujano de España, que no iba a ponerme en manos de cualquier carnicero...
L: Claro, claro, nena, que son cosas delicadas...

Para que no os aburráis, resumo, aun a riesgo de perder la gracia: Pitusa me explica (o me recuerda, mejor dicho, porque ella ya os ha avisado de que esto coleaba desde hace más de un año) que ha visitado nada más y nada menos que a seis cirujanos, seis, a cuyas consultas acudió con una lista de preguntas sobre las ventajas e inconvenientes de la operación, tipos de incisión, posibles problemas con la anestesia, tiempo y condiciones de la recuperación, tipo de implante (material y punto de implantación), etc. Es que Pitusa es una chica moderna y no pone su cuerpo y su dinero en manos de cualquiera; hasta ahí, bien. A dos de los médicos, que a priori le gustaban menos (después de haber rastreado todo Internet y parte del extranjero en busca de los mejores profesionales), les envió el cuestionario por e-mail para no perder el tiempo yendo a verles si sus respuestas no le cuadraban.

Después, la dicharachera Pitusa buscó la financiación, miró qué fecha le venía mejor para quirófano y recopiló tropecientos testimonios de otras chicas para no quedarse con duda alguna. Por último, se fue al Women's Secret y se compró tres conjuntitos de la talla que esperaba alcanzar para tener algo que ponerse en cuanto pudiese sin necesidad de salir a comprar a toda prisa.

Es en este punto, después de un cuarto de hora de exposición quirúrgica aderezada con unos quince "sabes" (de los que arrastran la ese) por minuto, cuando mi limitada provisión de paciencia se acaba.

- Pitusa, bonita, que estoy pensando que no deja de ser curioso que tú, que te has pasado año y pico buscando médico y medios, me dijeses cuando te conté que buscaba un parto respetado, que para qué me iba a gastar pasta en algo que me cubría el seguro privado y que también me hacían por la Seguridad Social... ¿No ves que para mí es tan importante darle un nacimiento digno y tranquilo a mi bebé como para ti ponerte las tetas?

- ¿Qué? Nena, no, ni de broma. Que lo mío no lo paga la Seguridad Social porque es algo especial, pero parir, todos los días pare alguna.

- Que sí, chata- la vena de la sien comienza a palpitarme-, lo cubre principalmente porque TODOS tenemos que nacer al menos una vez en la vida, así que es un servicio básico; lo cual no quiere decir que se haga en las condiciones idóneas, por eso me busco yo la vida.

- Lady, mira, no compares. Que yo las tetas me las veo todos los días y las disfruto twenty four seven, pero el parto es un rato y ya. Y al fin y al cabo, todos los niños terminan por salir... Tú es que te has vuelto muy naturista, chata.

- Y tú un poco gilipollas, cariño. Y ahora me vas a perdonar, pero tengo que reunirme con el chamán de la tribu a ver si los astros me son propicios para parir con el culo en pompa bajo el árbol mítico de nuestra secta-hermandad.

Y sonriendo, siempre sonriendo (como me enseñó mi profesor de RR. PP., un señor acartonado al que llamábamos Estrellito Castro por motivos que otro día listaré y que decía que siempre había que sonreír al hablar por teléfono, "porque se nota, jóvenes"), colgué el teléfono. Que no está una para que le toquen la cicatriz y menos sin pedir permiso.

17 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Lady como se te ocurre decirle semejante cosa a la señora Pitusa, ella haciendo un peregrinaje medico en toda regla, esforzandose en que le contesten miles de preguntas para escojer la mejor opcion y tu lo comparas con todo lo que hay que hacer para tener un PARTO RESPETADO; mi amor las unicas neuronas que le quedaban a doña Pitusa, las invirtio en elegir la talla de sus lolas y en el nuevo modelito de woman.
    Por favor cuando te visite, si es que lo hace, queremos una foto de las lolas y por supuesto del ojo morado que le vas a poner.
    Un abrazo Lady Vaga.

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  3. Pitusa es un ejemplo de egoismo puro y duro, entiende sus prioridades e incluso hara propaganda y divulgacion necesarias para convencer a quien se le ponga delante. Sin embargo es incapaz de entender las prioridades de otras personas, no sabe lo que es la empatia y vamos a ser sinceros, si eres egoista lo eres para siempre.

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  4. Querida Noemix3:

    Pitusa es, en efecto, un ejemplo de turismo "tético", como otras compañeras nuestras lo son de "turismo obstétrico", pues llegó a plantearse el ir de vacaciones a Venezuela a ponerse allí sus pechitos si ningún cirujano de aquí le ofrecía suficientes garantías.

    No sé si le pondré el ojo morado o haré gala de mi flema británica (no confundir con paciencia), desarrollada a base de años de escuchar impertérrita todo tipo de chorradas mientras mi rostro exhibe una "poker face" que llegó a dar nombre a una canción (escrita por una imitadora mía). Pero la foto de las tetas, podéis tenerla por segura, si Pitu me deja.

    Besos siliconados,
    Lady Vaga.

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  5. Querida Eva:

    Pues fíjate que yo en mi ingenuidad aún confío en que lo que Pitusa ya ha oído acerca de mi primer parto y de la búsqueda que emprendí con el segundo le haya calado de alguna manera y, si alguna vez un intrépido espermatozoide decide franquear todas las barreras de la anticoncepción e intimar con un óvulo pitusiano, su portadora sufra un "clac" mental y busque las opciones para no repetir mi historia y la de tantas otras.

    Pero luego me doy media vuelta en la cama, me medio despierto y me pongo a soñar con cosas más probables, como que me toque la lotería.

    Besos plastificados,
    Lady Vaga

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  6. Bueno... de todo hay en la viña del señor, no? Hasta Pitusas tiene que haber. Sino, qué escribiríamos en nuestros blogs y de qué hablaríamos durante horas en los chats???

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  7. Querida Sascha:

    Mira que hace años que nos conocemos y siempre, oyes, siempre tienes razón.

    Besos domingueros,
    Lady Vaga.

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  8. Un poco tonta esta Pitusa, ¿no?

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  9. Querida Susana:

    No le da para más, espérate que todavía vendrá un día a enseñármelas.

    Besos hastiados,
    Lady Vaga.

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  10. Querida Lady Vaga, acabo de conocerte y ya soy tuya para el resto de la vida bloguera :)
    Decirte que soy una de esas afortunadas que han tenido un parto respetado, he tenido a mi "minimacho" en el hospital "Carmen y Severo Ochoa" de Cangas del Narcea en Asturias, es un hospital de los denominados "amigos de los niños" en el que tienen un protocolo y plan de parto que son la envidia del norte de España, además, lo mejor de todo es que no lo tuve que buscar porque es el que me corresponde, con lo cual... feliz como una perdiz.
    Por cierto, Pitusa sí que sabe... tetas... en que estaría yo pensando, jajajja.

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  11. Jajaja Lady Vaga! Muuuuuuuuuuuucho aaaaaaaaaaaaaaanimo! Te seguiré :-)

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  12. Querida Noe:

    Muchas gracias por tu visita y tu esperanzador comentario. Cuánto me alegro de que tu parto cubriese tus expectativas y te sintieses respetada durante el mismo, de verdad. Mensajes como el tuyo me ilusionan especialmente, porque me hacen ver que el esfuerzo de asociaciones como El Parto Es Nuestro (y otras) no es en vano y que cada día se dan pasos en la dirección correcta.

    Mi Pitusa, pues bueno, tiene sus prioridades. Sí que espero que todo el esfuerzo que puso en ese empeño le sirva, aunque no lo exprese, para darse cuenta de que es mi parto es para mí tan importante como para ella sus tetas (como mínimo).

    Besos recauchutados,
    Lady Vaga.

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  13. Querida Cristina:

    En eso andamos, animándonos un poquito cada día. Con vuestras visitas y buenos deseos es más fácil, es lo maravilloso de este blog. ¡Gracias!

    Mi beso de las doce para ti,
    Lady Vaga.

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  14. Jajajaja, no puedo parar de reir... Gensantaaaaa.

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  15. Pobrecilla...de todo tiene que haber en la viña del señor.

    Leyendo el caso, me recordó lo que un a profesora (religiosa) para más señas, nos decía cuando teníamos alguna salida de pata de banco..." Es inútil luchar contra el destino, el que nace lechón muere cochino "

    Para ella sus lolas son sus niñas, en las que pone toda su ilusión, sin darse cuenta, que los años, pasan para el resto del cuerpo, y que un cuerpo bien vivido es otra cosa.

    A ti tus hijos, son desde el principio la razón de ser de una vida escogida, quieres lo mejor para ellos y lo mejor para ti, no necesitas cama de acompañante, sino alguien que no te trate como un trozo de carne, te da igual si tienes baño en la habitación, preferirías un parto respetado, acompañada por quien deseas, y sobre todo un niño sano y feliz.

    Así que ella a sus tetas y tu a tus niños y si colisionais, piensa, que tus hijos te recordarán, te besarán, te darán mil y una alegrías y alguna pena, a ella sus tetas no el darán un beso, le presentarán a una novia o le pondrán un nieto en brazos...la pobre es ella y la rica tu.

    Cuídate mucho.

    Biquiños dormidos
    Laurana
    PD: perdón por la extensión, pero es que tengo una persona muy cercana así y me tocó la fibra sensible e insomnia.

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  16. Querida Pececitos:

    "Gensanta" es una exclamación que le va bien a la historieta, sí. Me alegro de que las domingas de mi Pitu te hayan hecho reír.

    Besos matinales,
    Lady Vaga.

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  17. Querida Laurana:

    Tienes mucha razón en tu comentario y mi pleno permiso para enrollarte y extenderte cuanto quieras en tus parrafadas mentales. Creo que todos tenemos una Pitusa cerca, cuyos bebés, si no son sus tetas, pueden ser su coche, su piso o su vestidor.

    Besos a raudales,
    Lady Vaga.

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