jueves, 7 de abril de 2011

El reposo de la guerrera o de cómo descansar sólo con la mente

(Ya sé que la RAE ahora dice que "sólo" como adverbio no necesita tilde, pero yo todavía no consigo acostumbrarme, así que ahorraos la puntualización.)

Queridos y queridas, mi horizontalidad se va volviendo cada día más extraña y pasmosa. He pasado de estar castigada mirando al techo (en el cual ya veía colores y formas psicodélicas a fuerza de mirar mucho, comer poco y dejar una vena a disposición de los médicos) a intentar no correr detrás de O. G., que como buen bebé de casi 21 meses, encuentra divertidísimo trasladarse y trasladarme de una habitación a otra de la casa sin tregua.

Resulta que Lord Muchomacho, que estaba trabajando a media jornada desde que yo volví a casa para ayudarme con la inactividad (no compartiéndola, claro, sino poniéndomela fácil), debe reincorporarse a su vida laboral normal sin más dilación. La verdad es que no podemos quejarnos, teniendo en cuenta que durante mi ingreso no se ha despegado de mi cama (no lo habríamos hecho si no hubiésemos tenido un precedente cercano en el tiempo de un caso en el que también alguien hubo de ausentarse durante todo un mes por razones de salud, más serias que las que a mí me han aquejado), pero es que se ha juntado otra circunstancia que no viene al caso, por la cual de momento nos parece más oportuno que O. G. se quede en nuestra casa y no en la de nadie.

Sea como sea, ahora estoy todo el día sola en casa con mi pequeño O. G., que por un lado me hace estar alegre y feliz, pues tengo la suerte de tener un pequeño cascabel por primogénito, pero también de un lado a otro sin casi parar, que en mi estado no es lo más recomendable.

Por todo lo cual, si venís de visita a nuestra humilde mansión, no os extrañéis cuando O. G. se haga cacotas y Lady Vaga os seduzca con su más dulce meneo de pestañas para pediros que seáis vosotros quienes le cambien el pañal... Que no veáis lo duro que es tener el olfato agudísimo propio de las embarazadas y no poder huir del pañal sucio de vuestro hijo...

Queridos y queridas, os dejo por ahora, pues parece que O. G. quiere sentarse un rato tranquilo a ver la tele y yo estoy ojiplática perdida ante tamaña suerte, que pretendo aprovechar para poner los pies en alto a ver si con suerte me los masajea con el juguete que tenga más a mano.

Sed buenos y no os levantéis mucho del sofá, he leído que es malo para el bazo.

4 comentarios:

  1. Querida Lady:
    Encantado de leerte, como siempre.
    He estado pensado y me gustaria mucho que un dia nos analizaras (ya que de momento dispones del tiempo suficiente para hacerlo) uno de esos programas de la parrilla de la mañana y que echo de vez en cuando de menos (yo disfrutaba de ellos en mis antaño frecuentes épocas de desempleo), "Las mañanas de Ana Rosa" - especialmente de Ana, que es de mi bariro - (Usera), o ya valoras tú lo que quiera que haya en tu pantalla amiga. Desafortunadamente mis señores feudales me han implantado un horario de comercio como el de una mercería y no puedo comprobar qué se estila últimamente en los platós.
    Podría verlo en internet, pero cuando llego a casa, la verdad, cuando ya se ha puesto el sol, sólo me apetece ver porno.
    Esto te lo pido como favor personal pero ya valoras tú si esa actividad podría ser contraproducente para vuestro estado embrionario.
    Siempre tuyo,
    Marcus.

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  2. Querido Marcus, una vez más agradezco tu visita y el tiempo que te tomas no sólo en leer, sino también para comentar.
    No me importaría hacer el análisis que me pides, siempre y cuando no te importe que sea sólo de una parte del programa; es que me pongo muy nerviosa cuando hablan de Gran Marrano y ese tipo de historias carentes de savoir faire y clase...
    Puestos a elegir, preferiría que tú te vieses a la Ana Rosa y me dejases a mí el porno, pero seguro que en mi estado no es demasiado conveniente, así que sí, en cuanto tenga una mañana despejada, diseccionaremos a esa señora y su séquito.

    Besos horizontales.

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  3. Querida Lady Vaga:
    No me puedo creer que una mujer intrépida como tú haga caso a pies juntillas de todo lo que dice la RAE. Si a ti te viene bien seguir con la tilde en sólo, pues muy bien y bravo, hombre ya.
    Mi pequeño retoño de 21 meses es tan inquieto como el tuyo, deduzco por tu entrada de hoy, y un reposo estando los dos en casa sería más parecido a una prueba de decathlon en un campeonato de atletismo. ¡Espero que O.G. te dé algún que otro respiro! :-)
    Besos

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  4. Querida Ana (tu apellido me chifla, por si nunca te lo había dicho), la RAE y yo tenemos nuestros desencuentros, por eso sigo escribiendo "sólo" con tilde. El día que escuché eso de la "ye", estuve a punto de liarme un fular de cachemir a la cabeza y manifestarme en la puerta de su edificio, pero luego me contuve y decidí declararme insumisa lingüística y no volver a hablar castellano hasta que reculasen.
    Si quieres hacer un simulacro de lo que debió de ser el terremoto de Lisboa, puedes traer cuando quieras a tu polluelo, O. G. estará encantado de tener un compañero de juegos y yo de disponer de mi casa en cómodas bolsas de ladrillos con las que podré mudarme a un lugar más económico o fashion, según me dé.

    Besos siesteros,
    Lady Vaga.

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